¿Alguna vez has visto una pequeña mariquita amarilla con puntitos negros caminando sobre una hoja cubierta de moho? Probablemente se trataba de Psyllobora vigintiduopunctata conocida como mariquita del mildiu o mariquita de veintidós puntos.
Este diminuto escarabajo no solo llama la atención por su belleza, sino que desempeña un papel fundamental en el control biológico de hongos patógenos en plantas.
A diferencia de la mayoría de mariquitas que se alimentan de pulgones, esta especie se especializa en consumir esporas y micelios de hongos, especialmente del género Erysiphe, causantes del temido oídio o mildiu polvoriento. Sorprendente, ¿verdad?
Si te gusta la idea de tener un aliado natural que mantenga tus plantas libres de enfermedades sin usar fungicidas, conocer a fondo a este coleptero es esencial. A lo largo de este artículo descubrirás sus características, su hábitat, su modo de vida y cómo contribuye activamente al equilibrio de los ecosistemas agrícolas y naturales.
Clasificación Taxonómica
Aunque muchas personas la confunden con las mariquitas comunes que devoran pulgones, la mariquita de veintidós puntos pertenece a un grupo con hábitos alimenticios muy diferentes. Dentro de su familia, destaca por su dieta micófaga, es decir, que se alimenta de hongos. A continuacion su clasificacion taxonomica.
- Reino: Animalia
- Filo: Arthropoda
- Clase: Insecta
- Orden: Coleoptera
- Familia: Coccinellidae
- Subfamilia: Coccinellinae
- Género: Psyllobora
- Especie: Psyllobora vigintiduopunctata
La familia Coccinellidae está compuesta por más de 6,000 especies conocidas, y Psyllobora es uno de los géneros más curiosos por su especialización alimenticia. Esta especie se encuentra perfectamente clasificada entre los coccinélidos, pero su dieta la convierte en una excepción fascinante dentro del grupo.
¿Que es la Psyllobora Vigintiduopunctata?
Se trata de un pequeño escarabajo de la familia Coccinellidae o Catarina, más conocido como mariquita de veintidós puntos. A diferencia de otras mariquitas depredadoras, Psyllobora vigintiduopunctata se especializa en alimentarse del micelio y las esporas de hongos del género Erysiphe.
Su origen etimológico es claro: el prefijo “vigintidu” significa “veintidós” y “punctata” hace alusión a los puntos característicos sobre sus élitros, que le otorgan una apariencia única e inconfundible.
Filogenéticamente, pertenece al orden Coleoptera, el más diverso del reino animal, con más de 400,000 especies descritas. Dentro de este orden, los coccinélidos son célebres por su papel benéfico en los ecosistemas agrícolas, y Psyllobora representa una rama micófaga especializada.
En términos ecológicos, ocupa un nicho muy particular: donde otros ven una hoja enferma, ella ve un banquete. Esta mariquita demuestra cómo la evolución ha diversificado los hábitos alimenticios incluso dentro de grupos aparentemente homogéneos.
Características Fisicas de la Mariquita Amarilla

El tamaño promedio de Psyllobora vigintiduopunctata oscila entre 3,5 y 5 milímetros de longitud, con un peso apenas perceptible para el ojo humano.
Su cuerpo es semiesférico, brillante y perfectamente adaptado al deslizamiento entre las hojas. La cabeza es pequeña, con ojos compuestos oscuros que le permiten una excelente visión periférica. Posee antenas cortas, con segmentos adaptados a la detección de compuestos químicos emitidos por los hongos de los que se alimenta.
Su aparato bucal es del tipo masticador, con mandíbulas capaces de raspar la superficie de las hojas infectadas y desprender las esporas fúngicas para su consumo.
El color amarillo brillante de sus élitros, decorados con 22 puntos negros distribuidos simétricamente, es una advertencia visual frente a depredadores potenciales, ya que su cuerpo contiene compuestos químicos de sabor desagradable.
Las patas son delgadas pero resistentes, con garras que le permiten aferrarse a superficies lisas, incluso en condiciones húmedas. Sus alas internas están completamente funcionales, lo que le permite volar cortas distancias. Vive aproximadamente entre 3 y 5 meses, dependiendo de las condiciones climáticas y la disponibilidad de alimento.
Distribución y Hábitat
La mariquita de veintidós puntos se distribuye ampliamente por Europa, Asia occidental y parte del norte de África. En las últimas décadas, se ha registrado también en regiones templadas de América, probablemente introducida de manera accidental con plantas ornamentales o agrícolas.
Prefiere hábitats templados y húmedos, donde el mildiu polvoriento prospera, ya que su supervivencia depende directamente de la presencia de hongos en hojas y tallos. Puedes encontrarla fácilmente en praderas, jardines urbanos, parques o cultivos de hortalizas y flores. Su adaptabilidad es notable, ya que tolera tanto ambientes rurales como periurbanos.
Dentro de estos ecosistemas, la mariquita del mildiu ocupa un microhábitat muy específico: la superficie de las hojas infectadas. Allí deposita sus huevos y se alimenta junto con sus larvas, formando pequeñas colonias que mantienen a raya el desarrollo de los hongos patógenos.
Su actividad alcanza su punto máximo durante la primavera y el verano, cuando la humedad y las temperaturas moderadas favorecen el crecimiento fúngico. En invierno, los adultos buscan refugio bajo la corteza, entre la hojarasca o en grietas del suelo, permaneciendo inactivos hasta la llegada del calor. Su presencia indica un ecosistema saludable y en equilibrio biológico.
Ciclo de Vida de Mariquita de Veintidós Puntos

El ciclo de vida de la mariquita amarilla sigue el patrón típico de las mariquitas, pero con particularidades fascinantes. Todo comienza con la puesta de huevos, que la hembra deposita directamente sobre las hojas infectadas por hongos, asegurando que sus larvas tengan alimento desde el momento de la eclosión.
Estos huevos son diminutos, de color amarillento y forma alargada, agrupados en racimos de entre 10 y 25 unidades. Después de unos cinco a siete días, dependiendo de la temperatura ambiental, emergen las larvas, cubiertas de pequeñas espinas y con una coloración gris o amarillenta. En esta etapa son voraces consumidoras de micelio fúngico, especialmente del género Erysiphe, el responsable del mildiu polvoriento.
La larva pasa por cuatro estadios (instares), aumentando de tamaño progresivamente hasta alcanzar los 4 o 5 milímetros antes de pupar. La fase de pupa ocurre sobre la misma hoja donde se alimentó, adherida firmemente mediante secreciones cerosas. Este estado dura entre cinco y diez días, tras los cuales emerge el adulto completamente formado.
El ciclo completo puede durar entre 25 y 40 días, según la temperatura y humedad ambiental. En regiones templadas, puede completar hasta tres generaciones al año.
Comportamiento Reproductivo y Dispersión
Durante la época cálida, los adultos de Psyllobora vigintiduopunctata se tornan más activos y comienzan el cortejo. El macho suele buscar a la hembra en hojas cubiertas de hongos, siguiendo rastros químicos y señales visuales.
Una vez se produce el apareamiento, la hembra inicia la oviposición seleccionando cuidadosamente las superficies con mayor cantidad de esporas de oídio. Este comportamiento asegura que las larvas encuentren alimento de inmediato, aumentando su supervivencia.
Curiosamente, la mariquita del mildiu no muestra conductas territoriales agresivas, algo común en otros coccinélidos. Su enfoque está en la eficiencia reproductiva y la colonización de áreas ricas en hongos.
En cuanto a su dispersión, los adultos utilizan el vuelo para desplazarse entre plantas y parches de vegetación, aunque sus vuelos son cortos y controlados. Prefieren moverse entre hojas cercanas en lugar de largas migraciones. En cultivos extensos, su distribución suele ser irregular, concentrándose en las zonas más afectadas por el oídio.
En invierno, buscan refugio en grietas, bajo la corteza o entre la hojarasca, entrando en un estado de diapausa. Con la llegada de la primavera, reanudan su actividad y expansión.
Dieta Especial y Rol Ecológico
La dieta de Psyllobora vigintiduopunctata es una de las más singulares dentro del grupo de las mariquitas. Mientras la mayoría de sus parientes son carnívoros y se alimentan de pulgones, cochinillas o ácaros, esta especie es estrictamente micófaga. Su principal alimento son las esporas y el micelio de hongos oídios, especialmente de los géneros Erysiphe, Sphaerotheca y Microsphaera.
Utiliza sus mandíbulas para raspar la superficie de las hojas infectadas, retirando el polvo blanquecino que caracteriza al mildiu. Gracias a su apetito constante, puede limpiar grandes áreas de infección en poco tiempo, reduciendo significativamente la propagación del hongo.
Este comportamiento la convierte en una herramienta natural de control biológico, sin necesidad de pesticidas o fungicidas químicos. A diferencia de otras mariquitas depredadoras, Psyllobora no afecta poblaciones de insectos beneficiosos, lo que la hace aún más valiosa en entornos ecológicamente sensibles.
Su presencia también influye indirectamente en las comunidades microbianas de las hojas, ya que al consumir el hongo dominante permite el desarrollo de otros microorganismos benéficos. De este modo, su rol ecológico va mucho más allá de eliminar el mildiu.
Plantas o Cultivos que Beneficia
El impacto positivo de la mariquita amarilla se nota especialmente en plantas susceptibles al oídio. Entre ellas se encuentran la vid (Vitis vinifera), los rosales, las calabazas, el pepino, el melón, el tomate y muchas especies ornamentales como dalias, crisantemos y begonias.
En todos estos casos, la mariquita reduce la presión fúngica sin alterar el equilibrio del ecosistema, algo que los fungicidas químicos no pueden lograr. Además, su presencia es compatible con prácticas de agricultura orgánica, ya que no genera residuos tóxicos ni afecta polinizadores.
En huertos urbanos y jardines domésticos, su utilidad es igualmente evidente. Si mantienes plantas con problemas recurrentes de mildiu, fomentar la presencia de Psyllobora puede ser una estrategia efectiva y natural. Evita eliminar hojas ligeramente infectadas, ya que podrían servir de alimento y refugio.
Compatibilidad con Otros Agentes de Control Biológico
La mariquita de veintidós puntos destaca por su excelente compatibilidad con otros organismos benéficos utilizados en el control biológico. Al alimentarse exclusivamente de hongos, no interfiere con depredadores de insectos como Chrysoperla carnea, mariquitas como Coccinella septempunctata, sírfidos o avispas parasitoides.
Esto permite que conviva armónicamente dentro de programas integrados de manejo de plagas (MIP). De hecho, su presencia puede potenciar el equilibrio natural del agroecosistema, ya que actúa en un nivel trófico diferente al de los controladores de plagas.
Además, su actividad complementa a la de hongos entomopatógenos o bacterias beneficiosas del suelo, porque al eliminar oídios sobre las hojas mejora la superficie foliar y favorece el intercambio gaseoso. También evita que los hongos patógenos compitan con microorganismos benéficos.
Si estás implementando un manejo ecológico en tu cultivo, incluir estrategias que atraigan o conserven a Psyllobora es totalmente compatible con la liberación de otros agentes de control biológico. Esta sinergia ecológica refuerza la sostenibilidad y disminuye la necesidad de tratamientos químicos.
Fomentar su Presencia en Jardines y Areas Verdes

Plantas que Favorecen Psyllobora Vigintiduopunctata
Para atraer y mantener poblaciones de la mariquita del mildiu en tu jardín, lo primero es ofrecerle su fuente natural de alimento: plantas susceptibles al oídio. Algunas especies ornamentales como rosales, dalias, calabazas, pepinos o begonias suelen ser hospederas frecuentes.
No se trata de fomentar la enfermedad, sino de mantener un equilibrio controlado donde el hongo no cause daño severo y sirva de sustento para la mariquita. Mantener una humedad ambiental moderada (alrededor del 60-70%) y una temperatura templada entre 18 y 25 °C favorecerá su presencia.
También es útil conservar áreas con vegetación variada y refugios naturales, como hojas secas o cortezas de árboles, donde los adultos puedan hibernar.
Si cultivas en invernadero, evita limpiar excesivamente las hojas afectadas en zonas controladas, ya que podrías eliminar su alimento y hábitat.
Evitar uso de Fungicidas
El mayor enemigo de esta mariquita es el uso indiscriminado de fungicidas químicos. Muchos productos sistémicos o de contacto, aunque sean dirigidos a hongos patógenos, destruyen también el alimento base de Psyllobora, interrumpiendo su ciclo vital.
Si realmente deseas fomentar su presencia, reemplaza los fungicidas agresivos por alternativas biológicas o extractos naturales, como el bicarbonato de sodio, el azufre en dosis controladas o los extractos de neem, que no afectan directamente a la mariquita.
El manejo sostenible implica permitir pequeños focos de mildiu controlado, suficientes para mantener a la población del insecto, pero sin que el hongo se propague. Puedes acompañar esta estrategia con un monitoreo periódico del estado sanitario de las plantas, observando cuántas hojas presentan infecciones leves.
Preguntas Frecuentes
¿Es peligrosa para otras especies o cultivos?
En absoluto, la mariquita de veintidós puntos es completamente inofensiva para otros insectos, animales domésticos o seres humanos. No muerde, no pica y no transmite enfermedades. Tampoco daña los tejidos sanos de las plantas, ya que solo consume micelio y esporas superficiales del hongo oídio.
En realidad, su presencia es un signo positivo de equilibrio biológico, porque indica que los hongos están siendo controlados de forma natural. Si la ves sobre una hoja enferma, no la retires: está haciendo el trabajo por ti.
¿Se puede Criar en Cautiverio?
Sí, aunque requiere algo de dedicación. Para criarla, es necesario reproducir su alimento: los hongos del género Erysiphe o similares. Esto se puede lograr infectando plantas de ensayo como calabacines o pepinos en un ambiente controlado. Los adultos se alimentarán de las hojas infectadas y depositarán allí sus huevos.
Mantener una humedad constante y buena ventilación es clave para que tanto el hongo como las larvas se desarrollen adecuadamente. No obstante, la cría a gran escala no es común, ya que su introducción en el medio natural suele ser suficiente para que establezca poblaciones estables por sí sola.


