¿Eres agricultor y buscas una forma segura de mantener a raya a los pulgones? La Coccinella Septempunctata conocida como la mariquita de siete puntos, es uno de esos pequeños héroes del ecosistema.
No solo destaca por su apariencia llamativa y simpática, sino también por su capacidad insaciable para devorar plagas que destruyen cultivos. Este insecto no es solo una figura simpática en libros infantiles o jardines escolares: su papel en la agricultura y en la conservación de los ecosistemas es crucial y digno de admiración.
En este artículo vas a descubrir por qué este insecto es tan valioso, cómo reconocerlo fácilmente y en qué parte del mundo puedes encontrarlo.
Veremos también sus fascinantes etapas de desarrollo, desde su forma larval hasta convertirse en el adulto rojo con puntos negros que muchos reconocemos. Si estás buscando formas naturales y sostenibles de proteger tus plantas o cultivos, prepárate para conocer a uno de los mejores aliados naturales que podrías tener.
Clasificación Taxonómica
Antes de entrar en los detalles físicos o comportamentales, vale la pena situar a esta especie dentro del vasto árbol genealógico de los insectos. Saber dónde se ubica nos da pistas sobre su evolución, sus hábitos y sus parientes cercanos.
- Reino: Animalia
- Filo: Arthropoda
- Clase: Insecta
- Orden: Coleoptera
- Familia: Coccinellidae
- Género: Coccinella
- Especie: Coccinella septempunctata
¿Te diste cuenta de que pertenece al orden Coleoptera? Eso la convierte en un tipo de escarabajo, con todas las adaptaciones que eso implica: alas endurecidas, metamorfosis completa y mandíbulas eficientes. El nombre de su familia, Coccinellidae, agrupa a todas las mariquitas, insectos muy buscados en programas de control biológico por su eficacia y su bajo impacto ambiental.
¿Qué es la Coccinella Septempunctata?
La Coccinella septempunctata o mariquita de siete puntos es un escarabajo polífago y depredador que pertenece a la familia Coccinellidae. Es una especie clave en el control biológico porque se alimenta de insectos plaga, especialmente pulgones.
Seguramente la conoces como mariquita, vaquita de San Antonio o catita, dependiendo del país. Su nombre científico proviene del latín: “coccinella” significa “roja brillante” y “septempunctata” se traduce como “siete puntos”, haciendo referencia a los siete característicos puntos negros que adornan sus élitros rojos.
Desde el punto de vista filogenético, se encuentra dentro del orden Coleoptera, uno de los más grandes y diversos del reino animal. A diferencia de otros escarabajos fitófagos, este espécimen es beneficiosa para los ecosistemas agrícolas gracias a su dieta depredadora.
Características de la Mariquita de Siete Puntos

Aunque pueda parecer pequeña, la mariquita de siete puntos tiene las siguientes características estructurales. Los adultos miden entre 7 y 10 mm de largo y pesan alrededor de 15 miligramos.
Su cuerpo es semiesférico, convexo y robusto, ideal para moverse entre hojas o enrollarse como defensa. La cabeza es negra, con ojos compuestos prominentes que le permiten detectar movimiento y formas con gran eficiencia.
Sus antenas son cortas y en forma de maza, sensibles al tacto y al olfato, fundamentales para detectar feromonas o rastros químicos de presas.
La mandíbula es de tipo masticador, adaptada para desgarrar el cuerpo blando de sus presas. Posee tres pares de patas articuladas, con garras terminales que le permiten adherirse incluso a superficies verticales.
Sus élitros de color rojo brillante sirven de protección para las alas membranosas que usa para volar. Los siete puntos negros sobre el fondo rojo no son solo decorativos: funcionan como advertencia visual para posibles depredadores (coloración aposemática).
En condiciones óptimas, esta mariquita puede vivir entre 9 y 12 meses, aunque en climas templados suele invernar como adulta en grietas o cortezas hasta la primavera siguiente.
Diferencias Larvales y Pupales
Como todos los coleópteros, la Coccinella septempunctata tiene una metamorfosis completa: huevo, larva, pupa y adulto. Las larvas, lejos de parecerse al adulto, son alargadas, segmentadas y de color negro con manchas amarillas o naranjas.
Miden entre 1 y 7 mm, dependiendo de la etapa, y tienen una apariencia que recuerda más a un pequeño dragón que a una mariquita. Estas larvas también son depredadoras feroces: en algunos cultivos, se ha documentado que consumen más pulgones que los adultos.
Después de pasar por cuatro estadios larvales (instares), se fijan a una superficie firme para pupar. La pupa tiene forma ovalada, es inmóvil y generalmente de color anaranjado con marcas negras.
En esta fase, el insecto se reorganiza completamente por dentro, en un proceso conocido como histólisis e histogénesis. En aproximadamente una semana, emerge el adulto completamente formado.
Distribución Geográfica y Origen
Originalmente, la Coccinella septempunctata es nativa de Europa y Asia templada, pero su eficacia en el control de plagas ha llevado a su introducción en numerosos países de América, África y Oceanía. Hoy en día, puedes encontrarla en casi cualquier continente, excepto en los extremos polares.
En América, fue introducida de forma intencional durante el siglo XX para combatir plagas agrícolas como los pulgones del trigo y la soya, y se ha adaptado con éxito en climas templados y mediterráneos.
Su hábitat natural incluye praderas, campos de cultivo, jardines, huertos, bordes de bosques e incluso parques urbanos. ¿Tienes un pequeño huerto en casa? Pues esta mariquita puede aparecer sin que la invites, si hay pulgones disponibles. Prefiere zonas con temperaturas moderadas y humedad media, aunque puede sobrevivir en ambientes más secos si encuentra suficiente alimento.
Ciclo de Vida de Coccinella Septempunctata

Etapas o Estadios
El ciclo de vida de la mariquita de siete puntos comienza con la puesta de huevos, que la hembra deposita en grupos de 10 a 50 sobre hojas infestadas de pulgones, asegurando que sus crías tengan alimento inmediato al nacer.
Los huevos son pequeños, de color amarillo intenso y forma ovalada. En condiciones óptimas, eclosionan en 3 a 5 días. A continuación, emergen las larvas, que no pierden tiempo: empiezan a alimentarse agresivamente desde el primer momento. Pasan por cuatro estadios larvales antes de pupar, y esta fase suele durar entre 10 y 14 días.
La etapa de pupa dura de 5 a 7 días, durante los cuales el insecto sufre una transformación completa. Finalmente, emerge el adulto con el cuerpo blando y sin coloración definitiva, pero en pocas horas sus élitros se endurecen y toman el clásico color rojo con puntos negros.
¿Lo más interesante? Los adultos continúan alimentándose de pulgones y pueden vivir hasta un año si las condiciones lo permiten. Este ciclo completo, desde huevo hasta adulto, puede durar entre 20 y 30 días dependiendo de la temperatura ambiente.
Número de Generaciones e Hibernación
En climas templados, suele tener de 2 a 3 generaciones por año. Sin embargo, en regiones más cálidas, este número puede aumentar hasta 4 o más.
¿Te imaginas el poder de control biológico que esto representa? Cada generación puede consumir miles de pulgones a lo largo de su vida. Además, al ser multivoltina (capaz de producir varias generaciones anualmente), se adapta fácilmente a distintos calendarios agrícolas.
Cuando llega el otoño y la temperatura baja, los adultos buscan refugio para hibernar. Se agrupan en grietas, cortezas, entre piedras o en rincones protegidos, a menudo en grandes cantidades. Esta hibernación les permite sobrevivir al invierno sin necesidad de alimento.
A medida que la primavera se calienta, emergen activamente para buscar pareja y alimento, reiniciando el ciclo. Esta estrategia asegura su supervivencia y continuidad incluso en ambientes con estaciones marcadas.
Rol Ecológico
Depredador Natural de Pulgones
La mariquita de siete puntos es un depredador natural altamente especializado en áfidos, comúnmente conocidos como pulgones (familia Aphididae). Tanto en su fase larval como adulta, se alimenta vorazmente de diversas especies de pulgones, incluyendo Myzus persicae (pulgón verde del melocotón), Macrosiphum euphorbiae (pulgón verde del tomate), Brevicoryne brassicae (pulgón de la col) y Aphis fabae (pulgón del frijol).
A esto se suman otros áfidos como el pulgón del guisante (Acyrthosiphon pisum), pulgones del maíz (Rhopalosiphum maidis, R. padi) y pulgón de los cereales (Sitobion avenae).
Además, también consume otros insectos de cuerpo tierno como mosca blanca (Aleyrodidae), trips (orden Thysanoptera), cochinillas y larvas de lepidópteros o escarabajos pequeños. Su dieta polifágica le confiere gran efectividad en diversos escenarios agrícolas.
Este amplio repertorio de presas convierte a la mariquita en una aliada esencial en la lucha biológica contra plagas agrícolas. Se documenta que una sola C. septempunctata puede consumir cientos o miles de pulgones al día, lo que le permite regular rápidamente las poblaciones de áfidos en cultivos de tomate, col, papa, cebada, maíz, alfalfa, entre otros.
Los estudios realizados en entornos naturales y de cultivo confirman que tanto larvas como adultos son eficientes controladores de plagas, reduciendo significativamente poblaciones de pulgones y otros afídidos sin necesidad de pesticidas químicos.
Importancia en Control Biológico y Agricultura Sostenible
La presencia de Coccinella septempunctata en cultivos es sinónimo de equilibrio natural. Se utiliza ampliamente en programas de manejo integrado de plagas (MIP) por su capacidad de reducir significativamente las infestaciones sin dejar residuos tóxicos.
Esto es especialmente valioso en cultivos destinados a exportación o consumo directo, donde se exige cero tolerancia a químicos. ¿Quieres producir alimentos saludables sin envenenar el suelo? Esta aliada es perfecta para ti.
Además, su uso reduce la resistencia de las plagas, un problema creciente con los insecticidas sintéticos. Al no depender de un único mecanismo de acción, la mariquita impone una presión ecológica constante sobre los áfidos.
Cultivos Beneficiados
Este coleoptero es un aliado indispensable en cultivos que sufren ataques frecuentes de pulgones. Entre los más beneficiados destacan: trigo, cebada, maíz, papa, tomate, pimiento, alfalfa, soya, coles, habas, lechuga, pepino y árboles frutales como cítricos, manzano y duraznero. En todos estos sistemas, la mariquita actúa como una patrulla natural contra los insectos que debilitan hojas, flores y frutos.
También es muy valorada en invernaderos y policultivos. Su adaptabilidad le permite establecerse en ambientes controlados y atacar focos localizados de áfidos. ¿Tienes un cultivo mixto de hortalizas? Entonces esta especie te será doblemente útil.
Dosis y Métodos de Liberación
Para que su uso sea realmente efectivo, es importante aplicar dosis adecuadas. En cultivos al aire libre, se recomienda liberar entre 5 a 10 adultos por metro cuadrado en zonas de alta infestación.
Si la plaga está comenzando, puede bastar con 2 a 5 individuos por m². La liberación debe hacerse preferentemente en horas de la mañana o al atardecer, cuando la temperatura es más fresca y los insectos están menos activos.
En invernaderos, las dosis pueden ser ligeramente menores (3 a 6 por m²) pero con aplicaciones más frecuentes. Lo ideal es realizar entre 2 a 3 liberaciones por ciclo de cultivo, espaciadas cada 10 o 15 días.
Siempre se recomienda liberar mariquitas en las cercanías del foco de pulgones y evitar el uso simultáneo de pesticidas. Si es posible, asegúrate de que tengan refugio y alimento para que permanezcan en el área tratada.
Compatibilidad con Otros Agentes de Control Biológico

La Coccinella septempunctata es altamente compatible con otros depredadores de pulgones dentro de programas de manejo integrado de plagas. Un ejemplo bien documentado es su interacción con la Chrysoperla carnea, con la que actúa de forma complementaria en cultivos infestados por pulgones como Myzus persicae y Aphis craccivora.
Las larvas de ambas especies ocupan nichos distintos: mientras la mariquita se alimenta de áfidos en zonas más abiertas de la planta, la crisopa se enfoca en concentraciones densas o zonas más resguardadas. Esta separación espacial y de hábitos alimenticios evita la competencia directa y mejora notablemente la eficacia del control biológico.
Además, esta mariquita también presenta una excelente compatibilidad con parasitoides de pulgones como Aphidius colemani y Aphidius ervi, ya que estos atacan a los pulgones en fases más tempranas, mientras que la mariquita actúa sobre ninfas desarrolladas y adultos, generando un efecto de control escalonado.
Por otro lado, aunque puede haber cierta competencia con otras mariquitas como Harmonia axyridis cuando la disponibilidad de presas es baja, Coccinella septempunctata se adapta muy bien a sistemas agrícolas biodiversos.
Su efectividad se potencia aún más cuando se la combina con otras especies compatibles como la Hippodamia convergens, otra mariquita depredadora de pulgones ampliamente utilizada, y con depredadores generalistas como Orius laevigatus, que se alimenta de huevos y ninfas de múltiples plagas, incluyendo áfidos.
No obstante, se debe tener precaución con la aplicación simultánea de hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana, ya que pueden afectar negativamente a las mariquitas si se aplican sin una estrategia adecuada.
Curiosidades sobre Coccinella Septempunctata
Defensas Químicas
Una de las sustancias más fascinantes que produce esta especie es la precoccinelline, un alcaloide tóxico que forma parte de sus secreciones defensivas. Esta molécula actúa como repelente para aves, anfibios y pequeños mamíferos.
Al liberar esta secreción por las articulaciones, la mariquita comunica claramente: “¡No me comas, sabré horrible!”. Esta defensa ha sido tan efectiva que incluso se ha estudiado su aplicación en bioinsecticidas naturales.
Otro dato curioso es que estas secreciones varían entre especies de mariquitas. Algunas contienen hemolinfa con compuestos similares a la nicotina. Por eso, el olor que emiten es fuerte y desagradable. ¿Quién diría que una criatura tan simpática podría ser tan química y sofisticada en su defensa?
Mitos, Folklore y Nombres Populares
En muchas culturas, la mariquita es símbolo de buena suerte y fertilidad. En Europa, se le conoce como “la vaca de Dios”, mientras que en Latinoamérica abundan nombres como “catita”, “catarina” o “San Antonio”. ¿Sabías que en algunas regiones se cree que si una mariquita se posa en ti, recibirás buenas noticias? Esta asociación positiva ha hecho que sea uno de los pocos insectos que casi nadie desea matar.
También hay cuentos donde las mariquitas son guardianas del jardín o protectoras de las cosechas. Estas ideas, aunque folklóricas, tienen base real: al eliminar plagas, contribuyen al bienestar del entorno. Incluso en la literatura y la publicidad, su imagen se asocia a la salud, la limpieza y la naturaleza. Y tú, ¿también creías que daban suerte?
Fomentar su Presencia en tu Jardín
Plantas que Atraen la Mariquita de Siete Puntos
Si quieres atraer mariquitas a tu jardín, debes ofrecerles alimento y refugio. Las plantas que albergan pulgones son el primer paso: hinojo, eneldo, ortiga, capuchina, alfalfa y girasol son imanes naturales. Además, plantas con flores compuestas como margaritas, caléndulas y zinnias les proporcionan néctar adicional.
También es importante ofrecer refugios: deja pequeñas zonas sin cortar con hierbas altas, coloca montones de hojas secas o ramas en las esquinas. Incluso puedes instalar “casas de insectos” con tubos o madera perforada. ¿Te animas a construir un refugio casero? Con poco esfuerzo, puedes crear un entorno ideal para que las mariquitas hagan de tu jardín su hogar.
Evitar Pesticidas Nocivos
Por último, si realmente quieres proteger a tus mariquitas, elimina o reduce al máximo el uso de pesticidas químicos. Estos productos, aunque eficaces a corto plazo, afectan también a los insectos benéficos. Opta por insecticidas selectivos, extractos botánicos o preparados caseros a base de ajo o jabón potásico.
Otra opción es aplicar tratamientos solo en zonas focalizadas, fuera del alcance de los refugios de insectos útiles. La observación constante de tus plantas será tu mejor aliada: cuanto antes detectes una plaga, más sencillo será controlarla de forma ecológica. Recuerda, cuanto más biodiverso sea tu jardín, más resistente será a las plagas.


